A la luz de los sucesos ocurridos el día de ayer, Martes 8 de Julio, en los cuales el Presidente de la República el Econ. Rafael Correa se apoderó de ciertos medios de comunicación haciendo gala de sus dotes de dictador, una cosa si es segura: me siento deprimida. Es como si la alegría me la hubieran quitado. Este duro golpe contra la libertad de expresión lo puedo describir más o menos como el efecto de uno de los "Dementores" que JK Rowling creó en su aclamada saga "Harry Potter". Lo más curioso, es que no soy la única que se siente así. Hoy las actividades de la mayoría de las personas que han seguido los acontecimientos con cierto interés, se han visto invadidos por (en menor o mayor grado) ese sentimiento de tristeza. ¡No me quiero ni imaginar lo que están viviendo los afectados!Ya sabía yo de antemano que una vez que el Sr. Correa ganara la presidencia, en algo similar iba a terminar la novela (¡hey, de algo me tenía que servir el título que obtuve en la Universidad de la cual el mismo Sr Correa se graduó!). Lastimosamente, una cosa es pronosticarlo y otra es vivirlo. ¡Debemos de cuidarnos a toda costa! Si al Gobierno no le gusta lo que tu haces, o peor, DICES, te pueden quitar todo, ¡hasta los calzones! claro está, con algún ingenioso pretexto capaz de convencer al más duro. Este es el comienzo mis amigos. Si creemos que las cosas están mal, creanme cuando les digo que las cosas se pondrán peor. La nueva Constitución no traerá empleo, ¡Por favor, es una CARTA MAGNA, mas no no la receta mágica para hacer que la economía arranque!. Yo votaré NO en las próximas elecciones, porque no quiero que esta incertidumbre y esta desazón me persiga por los siguientes años y lo que es peor: pese sobre mi conciencia. No voy a esperar a que el Gobierno me quite literalmente el pan de la boca para darme cuenta de los atropellos que se están cometiendo en nombre de que Patria Tierra Sagrada. Una cosa si es segura: "La Dictadura YA es de todos".
2 comentarios:
Amiga Bloguera,
Me dejas pensativo con tu post, sobre todo en lo concerniente a que piensas que la gente se ha tomado más o menos con tristeza el asunto de la intervención, yo sinceramente no percibo eso, sino lo contrario: hay un cierto clima de euforia contenida o desatada, pero euforia, es lo políticamente correcto: la mayoría se alegra más de los palos que recibe el poderoso que de los logros propios. Veo que ya tienes decidido tu voto y es el correcto. Voy a seguir tu blog con interés, el sarcasmo es una de mis debilidades…
FELICITACIONES POR EL BLOG
JM
Muchas gracias por leer JM! Personalmente, yo creo que la reacción fue bien dividida.Por un lado, la gente se alegraba porque pensaba que se estaba haciendo justicia. Mientras iba transcurriendo el día esa alegría se tornó en una tensa calma. Creo que todo depende de cuán rápido es el ciudadano X en darse cuenta de que todo corresponde a una artimaña política. Unos se dieron cuenta al instante, otros se están dando cuenta y algunos tardarán más... ojalá y no muy tarde.
Por otro lado, me tocó escuchar de muchos pequeños comerciantes su preocupación y pesimismo. Ellos temían que en algún momento el gobierno tome alguna medida igual de arbritaria y que les afecte a ellos. Otros estaban preocupados porque se dieron cuenta de primera mano del poco movimiento en sus ventas y como pocas personas visitaban sus locales. Como me dijo una señora que tiene un pequeño local de artesanías en el centro "es que no hay plata mi niña, no hay plata". Muchas gracias por tu comentario JM. Me encanta tu blog! Has hecho unb magnífico trabajo con él. ¡Espero "verte" pronto! XOXOXO
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